jueves, 26 de abril de 2012

La autoestima a la hora de buscar pareja

A la hora de buscar e intentar conseguir una pareja el concepto que tengamos de nosotros mismo tiene una gran influencia. Solemos buscar personas con similares gustos, ideas, valores… Además nuestras parejas suelen estar encuadradas dentro de nuestro grupo de edad, aficiones, clase social o características físicas. Para explicarlo un poco, una mujer de clase social media y con un físico normal puede soñar con tener una relación con uno de los ídolos de Hollywood pero jamás hará nada por intentar llevar esos sueños a la realidad pues sabe que son inalcanzables.

Una persona con alta autoestima, conocedora de sus virtudes y defectos, buscará una pareja de características similares, que pueda darle feedback positivo y hacerle feliz. Además, se sentirá mucho más seguro a la hora de abordar a esa posible pareja, lo que aumentará las posibilidades de éxito. A todos nos resulta más agradable una persona abierta, segura de sí misma y que no se siente atacada al menor comentario.

Por el contrario, una persona con baja autoestima, al evaluarse negativamente, buscará parejas inferiores a sus capacidades. En muchas ocasiones se sentirá inferior a la persona que le gusta, lo que hará que no se atreva a intentar proponerle una relación. A la hora de abordar a una posible pareja se mostrarán inseguros, suspicaces, tímidos… Esto hará que tengan muchas más probabilidades de fracasar, confirmando así sus peores temores de que no eran dignos de esa persona.

Además, estudios recientes señalan que las personas con baja autoestima buscan gente que les proporcione en un primer momento feedback negativo, aunque luego teman ese feedback y lo eviten. Para explicarlo un poco mejor, estas personas buscan gente que se de cuenta de sus supuestos defectos y su baja valía, incluso hablan de ello y lo señalan para que quede muy claro. Su intención sería que la persona que vaya a ser su pareja sepa de esos defectos y aún así les acepte, aunque después vivan con el constante miedo de que su pareja le eche en cara esos defectos, no pueda convivir con ellos y les abandone.

Fuente