jueves, 29 de marzo de 2012

Disfruta del día a día

Los disgustos con los que tenemos que enfrentarnos en ocasiones siempre nos acaban enseñando una lección que debíamos aprender.

Las decepciones producidas por una separación o una mentira a veces sirven para terminar con algo que nos tenía atados, es el principio del final de una etapa, que sin duda no debía continuar.
Y aunque en ese momento no lo podamos ver, debido al inmenso vacío que sentimos, la pérdida nos va a cambiar la vida, entre otras cosas.

La forma de ver a las personas en nuestra próxima experiencia sentimental cambiará.

Etapas anteriores a los cambios

Nos va a dejar un dolor horrible, una angustia que nos durará las veinticuatro horas todos los días, durante varios meses, tal vez años.
Una gran cantidad de lágrimas derramadas, en cualquier parte, aquellas que podemos disimular y esas otras que no, y se nos escapan, en el colectivo, en el trabajo, en todos lados.

La soledad de los días domingos larga aburrida e interminable.

Hagamos lo que hagamos, nada nos va a conformar, ni siquiera sacarnos de ese estado.

Los días posteriores a una decepción amorosa, son como el comienzo de una enfermedad, sabemos que vamos a sentirnos mal, pero no cuando vamos a recuperarnos .

Y lo peor no existe remedio alguno para un corazón triste, el único paliativo es esperar porque para poder fortalecernos necesitamos tiempo.

Las mujeres muchas veces pensamos que divorciarnos es como morir. Claro puede ser un poco así, separarse de algo o alguien implica cambiar, y no todos están preparados para los cambios.

Lo bueno de los cambios es que nos dan la posibilidad de modificar algo que estaba mal, bien o como sea y de ahí en más verlo diferente.

Los cambios no tienen por qué ser malos


Durante nuestra vida, vivimos cambiando, de casa, de cuerpo, de peinados, de ropa, de amigos, de parejas, casi sin darnos cuenta. Y cuando nos sorprende la vida misma con un cambio que no esperábamos, nos paralizamos y lo primero que hacemos es sufrir.

Es natural, pero si uno supiera que lo que viene muchas veces puede ser mejor que lo que se va, nos ahorraríamos tanta lágrima.

Creo profundamente que los cambios son necesarios, la rutina nos mata y, aunque muchas veces no nos gusta cambiar, la naturaleza es sabia y nos va poniendo en el lugar donde tenemos que estar en el momento preciso.

Nos toca todo, amar, ser amados, perder, ser abandonados, llorar, reír. Lo bueno de esto es sea donde sea que nos toque estar parados, tenemos que vivir y no dejar de hacerlo. Cada experiencia es única en nuestra vida y de cada una nos queda una lección .

Aprendamos a reconocerlas, si supiéramos qué vamos a hacer por el resto de nuestras vidas, qué aburrido sería.

Lo bueno es vivir el día a día y disfrutar de las sorpresas que la vida tiene para cada uno de nosotros.

Que un mal trago, una decepción o lo que sea, no te quite las ganas, no te ponga triste. Siempre es bueno esperar a ver que pasa!.

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