jueves, 2 de febrero de 2012

Brechas en la comunicación entre hombres y mujeres

Para nadie es desconocido el hecho de que las mujeres y los hombres hablan diferentes lenguajes no verbales. Detrás de lo que se expresa con palabras, existen gestos y mensajes escondidos que marcan grandes diferencias de comunicación entre el hombre y la mujer. Saber leer e interpretar este lenguaje en el sexo opuesto marca parte del éxito de la relación entre los dos géneros.

Por lo general las mujeres utilizan más palabras para expresar una idea. Asimismo, a diferencia de los hombres, el género femenino tiende a expresarse con frases que denotan sentimientos a través de la entonación de su voz, gestos de la cara o movimientos corporales. El hombre en este caso es mucho más directo y no necesita todas estas expresiones para exponer una idea.

Estas diferencias de comunicación generan grandes discusiones en las parejas: el hombre se queja de tener que adivinar el pensamiento de su mujer debido a las frases poco claras o con doble sentido de su cónyuge, mientras que la mujer, por su parte, se queja de la poca emotividad y de la firmeza sin sentimientos del esposo.

La mujer razona en voz alta

Otra diferencia que crea conflicto en la comunicación de hombres y mujeres es el hecho de que el hombre es capaz de mantenerse callado en una reunión de amigos y es porque puede mantener un discurso interior consigo mismo. La mujer en cambio suele hacer sus razonamientos en voz alta.

Lo que es cierto es que las respuestas de ellas sirven para fomentar las relaciones y la buena comunicación, mientras que las de ellos sirven para resolver problemas, tomar decisiones, cerrar tratos, etc.
La mujer es muy emotiva al hablar y necesita una respuesta del hombre. Ellos, por su parte, son más literales, interpretan las frases al pie de la letra y por eso, se generan discusiones entre hombres y mujeres.

Manifiesto del hombre


La Revista Portafolio de Colombia publicó recientemente el siguiente manifiesto de los hombres y aunque afirma que no hay autor a quién darle crédito, no le resta la carga de veracidad que puedan tener las siguientes manifestaciones. Esta es la forma como los hombres se ven así mismos y cómo perciben a las mujeres cuando se comunican con ellas:
  • Las indirectas sutiles  no funcionan.  Las indirectas directas tampoco.   Las indirectas muy obvias menos.  Si quieres algo, solo pídelo.
  • Si te pido que me pases el pan solo quiero decir eso.  No te estoy reprochando que no esté puesto.  No hay segundas intenciones ni retorcimientos.
  • Acude a mí con un problema solo si quieres ayuda para resolverlo.  No me pidas empatía como si fuera una de tus amigas.
  • Repuestas sencillas como un sí o no, son perfectamente aceptables para cualquier pregunta.
  • A veces no estoy pensando en ti y no me preguntes en qué estoy pensando, a menos que quieras hablar de temas como política, economía, fútbol o carros deportivos.
  • Cuando tengamos que ir a  alguna parte, absolutamente cualquier cosa que te pongas está bien.  De verdad.
  • Si algo que dije se puede interpretar de dos formas distintas, y una de ellas hace que te entristezcas o te enojes, mi intención era decir la otra.
  • Si piensas que estás gorda, muy probablemente sea cierto.  No preguntes.  Me negaré a responder.
  • La mayoría de los hombres tenemos tres pares de zapatos.  ¿Qué te hace pensar que sirvo para decidir cuál par de los 30 que tienes te va mejor?
  • Si te pregunto si pasa algo malo y tu respuesta es “nada”, te creeré y reaccionaré como si nada malo pasara.
  • Regla genérica, ante cualquier duda sobre nosotros, piensa lo más sencillo. No le des tantas vueltas. Somos simples.
  • Ir de compras no es divertido, y no, nunca voy a considerarlo de esa manera.
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