miércoles, 21 de septiembre de 2011

La importancia de las tertulias familiares

Con la práctica frecuente de las tertulias, vamos creando vínculos muy profundos con nuestra familia. A través de ellas, obtenemos un mayor conocimiento de nuestros hijos y ellos de nosotros; se fomenta así una mayor comunicación. Veamos qué podemos hacer para que las tertulias sean un rato agradable y entretenido para todos. 
 1. Un encuentro familiar

Las tertulias familiares son reuniones informales en las que padres e hijos conversan de forma natural e improvisada sobre cualquier tema que sea de interés para ellos.

Si desde pequeños vamos acostumbrando a nuestros hijos a contarnos lo que hacen o lo que les ha sucedido a lo largo del día, estaremos fomentando la comunicación con ellos, fundamental a cualquier edad pero aun más en la adolescencia, etapa en la que son más vulnerables e influenciables.

Estas reuniones familiares deben realizarse habitualmente, a ser posible todos los días. Hay que buscar el momento idóneo. Lo normal es que sea después de comer o de cenar, según pueda organizarse cada familia. No debemos preocuparnos si estos encuentros no pueden ser a diario, lo esencial es que se produzcan con asiduidad y que se conviertan en una costumbre familiar.

Las familias que tienen esta costumbre, van creando a través de las tertulias unas bases de confianza y respeto que serán fundamentales para la relación padres-hijos.


2. Beneficios de las tertulias 

Con las tertulias nos adentramos en el mundo de nuestros hijos, llegamos a obtener una gran confianza y un mejor conocimiento de ellos, observamos su actitud y manera de pensar ante determinados temas, conocemos sus inquietudes y aquello que más les interesa o que más les preocupa.

Del mismo modo, ellos conocen cómo pensamos nosotros y cuáles son nuestros planteamientos e intereses. Son por tanto, un medio muy eficaz para educar, ya que a través de ellas obtenemos un amplio conocimiento de nuestros hijos y, por tanto, descubrimos cuál es la mejor forma para corregirlos, orientarlos y transmitirles valores como la responsabilidad, la tolerancia y el respeto a los demás.

A través de ellas, también les enseñamos a pensar y a reflexionar para que en todo momento tengan las ideas claras y criterio propio y no un criterio de masas. Conseguiremos también que sean más comunicativos y que tengan más capacidad de expresión.

Otro beneficio de las tertulias es que pueden despertarles el interés por temas muy diversos. Conforme se van haciendo mayores debemos ir abarcando todo tipo de temas: actualidad, geografía, política, familia... y transmitirles conocimientos y experiencias personales, que harán que despierten su interés por todo lo que les rodea y que sientan necesidad de ampliar sus conocimientos.


3. Las tertulias y el sentido del humor   

Los padres deben conseguir que sea un rato agradable para toda la familia, evitando discusiones innecesarias y procurando un clima distendido y relajado. Deben lograr también que sean interesantes y divertidas y que prevalezca, en todo momento, el sentido del humor.

En ocasiones, pueden surgir discrepancias que hagan que el ambiente sea tenso o que alguien ridiculice el punto de vista del otro, que no se respeten las intervenciones o que no se preste atención a lo que se dice. En estos casos, los padres deben intervenir para suavizar la tensión y la mejor forma de hacerlo es con sentido del humor.

En lugar de ejercer nuestra autoridad como padres, hagamos una broma de esa mala actitud de nuestro hijo con una frase divertida o una comparación oportuna. De esta forma, también podrá entender lo ridículo e inoportuno que ha sido su comportamiento. El humor es una buena salida para que las discusiones no vayan a más y para calmar la tensión en algunos momentos.

No podemos olvidar que lo que pretendemos de las tertulias es que sean un encuentro agradable para todos. Si además tenemos en cuenta la facilidad de todos los niños para reír, entonces debemos aprovecharlas para fomentarles el sentido del humor a través de ellas.

Introducir de vez en cuando un chiste gracioso o contar anécdotas de forma divertida buscando que nuestros hijos se rían e invitándolos a que ellos hagan lo mismo, hará que su sentido del humor se desarrolle y por tanto, que sean niños más felices.


4. Claves para que las tertulias tengan éxito  

- Escuchar atentamente. Dejar hablar a los niños permitiendo que den sus opiniones y puntos de vista, sin interrumpirles para darles algún consejo o para hacerles alguna pregunta hasta que no hayan terminado su intervención. El niño debe saber que puede expresarse tranquilamente, sabiendo que lo están escuchando con atención y sin prisas. De igual forma, ellos también deben respetar el turno de los demás.

- Mostrar interés por su vida fuera del hogar. Preguntarles por sus amigos más cercanos, qué ha hecho en el colegio o cómo le ha ido el partido de fútbol. Los hijos agradecerán nuestro interés y sabrán que pueden contar con nuestra ayuda en todo momento, porque conocemos su mundo fuera de casa y nos interesa y preocupa todo lo referente a ellos.

- Comunicación entretenida. Los padres también deben contar a sus hijos algún acontecimiento que les suceda a lo largo de los días, pero de forma entretenida y procurando que les entiendan perfectamente. Deben hablarles también de sus compañeros de trabajo y qué relación tiene con ellos. Esto permitirá que los niños vayan conociendo el mundo de sus padres.

- Respeto mutuo. Es fundamental que exista un profundo respeto entre todas las personas que forman la tertulia. En ningún momento se debe ridiculizar la intervención de nadie, ni hacer gestos o decir palabras que demuestren que su intervención para nosotros es un fastidio.

- Crear un buen ambiente. Aunque estemos cansados, de mal humor o hayamos tenido un día muy duro, no podemos permitir que nos afecte en nuestra tertulia diaria. Hemos de estar preparados para darles lo mejor de nosotros a nuestra familia y hacer todo lo posible para pasar un buen rato con ello.



Fuente