viernes, 23 de septiembre de 2011

La dispareunia o coito doloroso

 

El término dispareunia se emplea cuando el coito resulta doloroso. Aunque el hombre también puede sufrir dolor en el coito, éste es un trastorno más habitual en la mujer por las múltiples causas que lo originan.





 1. ¿Qué es la dispareunia? 

El término dispareunia se emplea cuando el coito resulta doloroso. Aunque el hombre también puede sufrir dolor en el coito, éste es un trastorno más habitual en la mujer por las múltiples causas que lo originan. Según William H. Masters y colaboradores, alrededor de un 15% de mujeres experimentan molestias coitales unas pocas veces al año.

  2. ¿Cómo es el dolor?


El dolor puede variar en cuánto al momento de aparición, la intensidad de la molestia, así como localizarse en zonas concretas del área genital.

- El dolor puede presentarse al principio del coito, considerándose la dispareunia superficial, pero también puede ser profunda cuando el dolor aparece durante la penetración profunda.

- La intensidad del dolor puede depender de la causa que lo origina, así como de la experiencia personal del momento del coito, del grado de excitación y por ende, de lubricación. Las molestias pueden ser leves o pueden resultar muy incómodas y sufridas y las sensaciones que se experimentan pueden implicar escozor, picor, ardor o dolor cortante. El dolor puede estar localizado bien en la zona genital externa, en la zona media de la vagina o bien en la región pélvica abdominal.

También se distinguen diferentes tipos de dispareunia según la prevalencia de aparición:

- Dispareunia Primaria o Vitalicia, cuando el coito siempre es doloroso

- Dispareunia Secundaria o Adquirida, cuando anteriormente se han experimentado relaciones coitales con ausencia de dolor.

- Dispareunia Completa, cuando el coito resulta doloroso en cualquier circunstancia.

- Dispareunia Situacional, cuando el dolor se experimenta únicamente en condiciones específicas.



  3. ¿Qué causas producen dolor en el coito? 

La dispareunia puede ser resultado de factores orgánicos, sociales y psicológicos, pudiendo ser una o varias las causas que originan el dolor en el coito.

En primer lugar hay que considerar que la dispareunia está estrechamente relacionada con la lubricación vaginal. Cuando la mujer está excitada, se produce un trasudado de los vasos sanguíneos del epitelio intermedio del canal vaginal. El trasudado humedece las paredes de la vagina siendo la penetración suave, factible y placentera. Cualquier estado físico que produzca descenso en la lubricación, puede producir molestias coitales.
3.1. Causas orgánicas
Existen algunas causas orgánicas implicadas en la hipolubricación y en consecuencia en la producción de molestias en el coito. Algunas enfermedades favorecen la aparición de la dispareunia, tales como:

Diabetes; hipertensión; estados carenciales de estrógenos: periodo posmenopáusico, periodo posparto…; enfermedades del área genital: infecciones vaginales o del clítoris, enfermedades de la uretra, del ano y de la pelvis, endometriosis…; malformaciones o cicatrices: cicatrices posparto, cicatrices por traumatismo, vaginas tabicadas…

3.2. Por consumo de sustancias y fármacos
La dispareunia también puede ser resultado del consumo de algunas sustancias y fármacos, como son:

- Fármacos antihistamínicos (tratamientos de alergias y resfriados)
- Consumo de marihuana

3.3. Causas psicológicas
En algunos casos, tras tratar y eliminar la causa física que originaba el dolor en el coito, las molestias persisten y el coito sigue resultando doloroso. ¿Qué sucede en estos casos? Es posible, que haya podido desaparecer el precursor del dolor, pero cuando el dolor persiste sin causa aparente que lo produzca, se habla de dispareunia “psicológica”, pudiendo ser de origen orgánico o psicológico:

La dispareunia “psicológica” puede ser de origen orgánico cuando hubo una causa física, como una infección o enfermedad, que provocó molestias en el coito pero que tras su curación, el dolor persiste. En estos casos se asocia la penetración con la experiencia de dolor, se produce el fenómeno de condicionamiento al dolor.

Cuando la mujer tiene miedo a sufrir dolor, el organismo no está relajado, está en alerta y en tensión, y como consecuencia se produce un acto reflejo de contracción involuntaria de los músculos que rodean la vagina. Todo ello implica un descenso de lubricación, y por tanto el coito resulta molesto e incómodo.

Puede suceder que no exista un precursor físico y la dispareunia sea resultado de una o varias causas psicológicas, debido a:

Problemas traumáticos: La adquisición del miedo al coito puede ser consecuencia por haber sufrido traumas sexuales, violación o exposición a algún tipo de agresión sexual…

Problemas relacionales: Puede influir las características de la relación y la situación de la pareja, así como las actitudes y los sentimientos de ambos con respecto a la relación. También puede ser motivo de dolor en el coito, el tiempo dedicado a los juegos preliminares, ya que influye en el nivel de excitación y por tanto de lubricación.

También puede aparecer miedo a hacer ruido (a que les oigan), lo que inhibe y tensa a la persona pudiendo alterarse la fase de excitación. Puede influir los valores sobre la pareja y el sexo, así como sufrir un conflicto de identidad sexual, tener sentimientos de culpa y vergüenza con uno mismo, con respecto a la pareja, a la relación….

Problemas educacionales y/o sociales: Puede perjudicar en la calidad del coito los valores educacionales recibidos entorno a la sexualidad, así como la existencia de prejuicios y tabúes sexuales. También puede ser motivo de dispareunia, el miedo al embarazo y a contraer infecciones de transmisión sexual, miedo a la intimidad…


4. ¿Qué consecuencias tiene? 

Si la dispareunia no es tratada, pueden coexistir problemas adjuntos que hace que aumente la gravedad de la sintomatología.

- La dispareunia puede dar lugar a medio o largo plazo al vaginismo, que es un espasmo involuntario persistente o recurrente de la musculatura del tercio externo de la vagina. Estos espamos causan molestias e incluso impiden la penetración por las contracciones musculares.

- Con el tiempo, el interés sexual puede ir mermando y se produce una alteración en la respuesta sexual, es decir, disminuye el deseo sexual, y por tanto la excitación. Se tiende a evitar el coito porque resulta molesto, y en muchos casos, se acaba evitando casi todo el contacto sexual por miedo a que termine en coito. En estos casos la frecuencia y la calidad de las relaciones se van deteriorando.


  5. ¿Qué causa la dispareunia en los hombres?


En los hombres el dolor al coito se produce mayoritariamente por causas orgánicas, debido a problemas de fimosis, sensibilidad en el glande, contracción de infecciones… En algunos casos, el hombre puede presentar dolor al penetrar o durante la penetración, sin existir causa física que lo provoque.

En estos casos, existiría un componente psicológico causante del malestar. Según la causa que origine el dolor, éste puede estar presente en diferentes zonas:

- Dolor en la zona genital externa: infecciones del pene (herpes genital…), infección o inflamación del prepucio y bolsa escrotal.

- Dolor en la zona genital interna: problemas de uretra, prostatitis y vejiga


  6. Cómo prevenir y evitar el coito doloroso


Para prevenir que el coito sea doloroso, es importante tener en cuenta algunas consideraciones:

- En el caso dela mujer, realizar las revisiones ginecológicas periódicas que aconseje su especialista en ginecología.

- Llevar a cabo antes y después de realizar el coito, una higiene genital adecuada, es decir, lavado con agua.

- Evitar duchas y geles intravaginales, ya que alteran la flora vaginal y la vagina puede ser sensible a contraer infecciones.

- Es importante que la vagina esté lubricada, para ello, habrá que considerar los juegos preliminares para lograr una excitación óptima. También pueden usarse lubricantes solubles en agua.

- Es fundamental una relajación adecuada para poder disfrutar del coito.

- Uso de medidas preventivas adecuadas contra las enfermedades de transmisión sexual y embarazo no deseado. El empleo de métodos anticonceptivos ayuda a reducir el miedo y la tensión.

En los casos que el dolor es inevitable y los intentos de coito resultan sufridos e incómodos, hay que acudir como primera medida al médico ginecólogo/a o urólogo/a para que realicen un diagnóstico o se descarte que la patología sea de origen orgánico.

Es conveniente acudir a un terapeuta sexual para tratar la dispareunia cuando el origen es psicológico. Se recomienda también que en los casos en los que se sigue un tratamiento médico se acuda a terapia sexual para evitar o tratar posibles repercusiones en la relación de pareja.

El dolor coital puede ser un grave problema en las relaciones de pareja y en las relaciones sexuales. El dolor puede producir miedo y ansiedad y las relaciones sexuales peligran tanto cuantitativa como cualitativamente. Tener presente una buena prevención y paliar los síntomas con un tratamiento prematuro y adecuado será fundamental para cuidar la satisfacción y placer en las relaciones sexuales.

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