jueves, 1 de septiembre de 2011

Dejar de Sentir Culpa

¿Te sientes culpable por algo?, ¿Has intentado alguna vez superar ese sentimiento?, ¿Pudiste lograrlo?, ¿Sabes por qué?

La culpa es uno de los sentimientos que nuestro ego emplea para condicionarnos, aunque originalmente el ego es una creación nuestra, a medida que vamos otorgándole más y más poder, adquiere cierto grado de autonomía sobre nosotros.
Nuestras formaciones mentales, paradigmas (creencias), hábitos y pensamientos matizan nuestra percepción de la realidad, y es desde estos que podemos percibir, clara o de forma distorsionada, el papel que desempeñamos en nuestro medio. El sentimiento de culpa juega un papel importante en la forma como nos relacionamos con las demás personas.
¿Cómo es eso? Te estarás preguntando, ¿Es posible que mi sentimiento de culpa tenga un papel importante en cuáles son mis relaciones y cómo son? Simplemente esto es porque permitimos a la culpa, que sentimos, que nos afecte a la hora de relacionarnos, sí, es algo que hacemos conscientemente, aunque tal vez estemos siendo engañados.
¿Ahora es posible que te sientas confuso?, en realidad es muy sencillo, una vez que se comprenden los mecanismos que emplea el ego por permanecer y darle relevancia a la culpa.
Es cierto que una persona en su sano juicio no le daría importancia a un sentimiento que no le beneficia como lo es la culpa, pero y ¿si pensara que no es culpa y en su lugar pensase que es responsabilidad o importancia?. ¿Cómo puede ocurrir eso? Pues ocurre porque el ego cuando utiliza la culpa rara vez la muestra como tal, trata de engañarte disfrazándola y haciéndote sentir que eres una persona importante o responsable por realizar ciertas acciones, de esta manera hace que el hecho de sentir culpa parezca importante y nos convence de aceptarla.
Veamos más detalladamente cómo nos engaña nuestro ego:
La Culpa que aparentemente parece Importancia
¿Has conocido alguna vez a una de esas personas que te buscan para que escuches sus quejas, de cómo la vida es injusta con ellas, y lo imposible que le resulta superar esas situaciones?
¿Tú le escuchas?, ¿Alguna vez le has dicho que estás ocupado y que no le puedes escuchar?, ¿Sabes por qué? Es sencillo si te ha ocurrido alguna vez como te sientes al finalizar esa conversación con esa persona, ¿Lo has notado?, muy probablemente sentiste que la experiencia te agotó, y ¿Qué pasa con la otra persona?, pues muy probablemente se va dándote las gracias porque ahora se siente mejor después de hablar contigo. Y ahora que quizás te has dado cuenta de la situación, ¿cómo te hace sentir esto último? Tu respuesta a la anterior pregunta es clave para comprender como funciona la culpa cuando se disfraza de importancia.
Aunque el compartir de esa manera con una persona te agote, si eliges pensar que esa persona no tiene a nadie más que le escuche puede que te sientas culpable solo del hecho de pensar en dejar de escucharle o no hacerlo más. Para justificar el continuar escuchando a esta persona, aun a pesar de resultarte desfavorable para tu estado emocional, elige sentirte importante por ser la única persona que le hace sentirse bien cuando escuchas su conversación negativa y reiterativa. Te sientes importante porque eliges pensar que la otra persona te necesita. Al actuar desde este pensamiento, permites a la culpa controlar tus acciones. ¿Es esto lo que realmente quieres para ti?, a mi me da la sensación de que no. Los seres humanos somos seres libres, y por eso deberíamos siempre sentirnos libres de actuar sin condicionamientos, pero ¿Cómo podemos superar esta situación y lograrlo?
Simplemente detente y pregúntate: ¿Creaste las condiciones de vida que esa persona experimenta en este momento?, ¿Eres responsable por esa persona?¿Te sientes como el hombro donde llora esa persona? ¿Esa persona se interesa por ayudarse a sí misma y superar la situación? ¿Te utiliza para mantener su rol de víctima de sus circunstancias? ¿Eres quien esa persona necesita o cualquiera que la escuchase ya le serviría? ¿Quiere esa persona realmente organizar su vida? ¿De alguna manera esa persona “disfruta” las situaciones de las cuales no quiere salir?
Si respondes a las anteriores preguntas lo más sinceramente posible, las respuestas que obtendrás te permitirán comprender mucho mejor la situación. Es posible que te vengan pensamientos de que, al escuchar a esa persona, en vez de hacerle un favor lo que estarías haciéndole es privándole de la oportunidad de crecer. Es posible que el permitirle a esa persona seguir su camino podría darte a ti la oportunidad de también liberar tu propia necesidad de sentirte importante y necesitado para ella.
Es posible que en este punto la culpa podría hacerte sentir la necesidad de mantenerte en esa situación y seguir como estabas, si experimentas eso, reflexiona sobre lo siguiente: “El permitirle a la otra persona vivir su vida, a la vez te permites vivir la tuya propia”. El sentirse responsable por todo aquel que se cruza en tu camino podría darte un falso sentido de importancia, podría hacerte sentir necesitado, pero a la vez la culpa con sus disfraces podría estar atrapándote. Liberarte de esa culpa te permitirá que los demás asuman la propia responsabilidad de lo que viven, y la vez te permitiría a ti ocuparte de tu propia vida.

La Culpa que aparentemente parece Responsabilidad
La culpa al aparentar un falso sentido de responsabilidad podría hacerte sentir responsable aun cuando no lo eres. Cuando ocurre esto piensas: “debería haber hecho esto o aquello”. Si alguna vez te sucede esto pregúntale a tu ser interno, es allí, en tu interior donde puedes encontrar las respuestas que te permitirán poder ver la situación desde otra perspectiva. Tu ser interno sabe que si hubieras tenido la oportunidad de hacer eso por lo que te lamentas ahora, lo habría hecho. Somos seres en crecimiento, seres en evolución, ninguno de nosotros es un producto acabado, siempre hay espacio para mejorar, en este sentido si decimos o hacemos algo que posteriormente encontramos que pudimos haberlo hecho mejor, de nada sirve sentirnos culpables por ello.
A medida que avancemos en la vida siempre podremos hacer las cosas mejor, si lo consideramos deseable podemos retroceder sobre nuestros pasos y disculparnos con la persona a quien consideramos que herimos, o corregir nuestras acciones de la manera más correcta, pero manteniéndonos centrados en el presente. Recordemos que la vida, como cualquier otra escuela, nos da la oportunidad de aprender mediante ensayo y error, equivocarse es parte del aprendizaje, lo importante es aprender de nuestros errores para crecer y evitar repetirlos. Cuando tenemos la oportunidad de corregirnos, sentirnos culpables no aporta ningún beneficio.
Nuestra responsabilidad más básica es con nuestro bienestar, al no sentirnos bien con nosotros mismos no estaremos en capacidad de complacer a nadie. A veces encontrarte ante situaciones en las cuales el complacer las necesidades de otras personas, de alguna manera, te hace negar o reprimir tus propias necesidades. Podrías decidir que es más fácil negar tus propias necesidades que vivir con la culpa de no complacer a otros. En este caso toma en consideración que la culpa que los demás arrojan sobre sus hombros, y tu aceptas, podría ser demasiado pesada como para permitirte ser feliz.
Aquí entra en juego otro sentimiento estrechamente relacionado con la culpa y es el resentimiento, puedes elegir complacer a otras personas pero como consecuencia desarrollarás resentimiento, aunque te digas a ti mismo que prefieres sentir resentimiento en vez de culpa, entonces la culpa habrá tomado el control de la situación.
En este punto te preguntarás, ¿Por qué tengo que elegir entre un sentimiento u otro que ninguno me favorece en nada?, en realidad no tienes porque hacerlo, es simplemente tu decisión, tu elección, si es una elección… ¿por qué no eliges ser libre?
Si alguna vez eliges negar tus propias necesidades para complacer a otros, aun estando consciente que al hacerlo te perjudica, al menos trata de mantenerte alerta cuando ocurra. Esto te permitirá estar consciente de tus acciones y de las consecuencias, y te permitirá dar el primer paso para superar esta y otras situaciones en tu vida.
La Culpa en secreto
Esta es otra expresión de la culpa y está relacionada con aquellas acciones que realizamos alguna vez hace bastante tiempo en el pasado y que nunca nos hemos atrevido a compartir con nadie y preferimos que nadie se entere. Son precisamente estos eventos que están en nuestra memoria y nos esforzamos por mantener ocultos los que le facilitan a nuestro ego emplearlos para conectarse con la culpa y, si los mantenemos en secreto, frecuentemente también se conecta con el miedo y la vergüenza.
¿Tienes algún “Gran secreto”? ¿Alguna vez lo has compartido con alguien? ¿Por qué? ¿Puedes responde a esta última pregunta? ¿Puedes al menos reconocer qué te lo impide?
Muy probablemente lo que te impide responder a esa pregunta sea que le das más importancia a la opinión que tienen los demás de ti que tu propia opinión de tí mismo. Esto último está estrechamente relacionado a la necesidad de aprobación que sientes, tal vez sientes que si alguien conoce “tu secreto” (por muy insignificante que pueda parecer) jamás vuelva a permitirte formar parte de su grupo.
Los secretos guardan relación con nuestras creencias y paradigmas que integramos en nuestro crecimiento considerando que es lo “bueno”, lo “aceptable” y lo “deseable”.
En ocasiones pequeños detalles ocurridos en tu infancia y aparentemente olvidados pueden tener aun algún efecto controlador sobre ti. ¿Qué hacer en casos como este?, afortunadamente el superar la culpa en el caso de los secretos es más sencillo que cuando involucramos a otras personas. Simplemente contándoselo a alguien nos libera de la culpa, en serio, es así de sencillo, haz la prueba y te convencerás. Esto tiene que ver con la manera en que funcionan los secretos para nuestro ego.
Existe una máxima filosófica que dice así: “Así como piensas eres”, y lo que somos es nuestro ser interno, nuestros pensamientos se encuentran en nuestro interior, dentro de nuestra mente, así podemos deducir que somos lo que guardamos dentro. Y, ¿si lo que guardamos dentro son secretos “oscuros” que nos hacen sentir “indignos”?, como crees que podemos ser entonces, seremos simplemente un reflejo de eso que guardamos, por eso es importante elegir apropiadamente lo que ingerimos como alimento interno a través de nuestros sentidos. El mecanismo de los secretos nos lleva a guardar aquello que consideramos detestable y a mostrar y compartir los tesoros.
Supongamos que por el contrario echamos fuera lo detestable y guardamos los tesoros, ¿Qué crees que ocurriría entonces?, claro, es lógico, por supuesto que nos sentiríamos maravillosamente con nosotros mismos.¿Acaso no es eso lo que todo ser humano desea? Deseamos ser Libres, vivir en Paz, Felicidad y Armonía. El detalle está en actuar coherentemente con lo que deseamos alcanzar. Si tienes algún secreto emplea tu discriminación para encontrar a alguien que sepa escucharte, sin emitir un juicio y que sepa comprenderte y brindarte el apoyo necesario para permitir liberarte. Ofrécete también a servirle a la otra persona para el mismo efecto. Puede ser un perfecto extraño, no importa, lo importante es liberarte de ese peso que has llevado contigo en la forma de ese secreto, una vez que lo cuentes habrá perdido su poder sobre ti, sí, solo tenía poder porque nadie más lo conocía, al revelarlo lo pierde, también la culpa, el miedo y la vergüenza se disipan al momento.
Ten por seguro que a la persona a quien le cuentes eso no se verá afectada por lo que le has contado, simplemente lo desechará como habrías hecho tu desde el primer momento de haber sabido cómo hacerlo.
Nutriendo a nuestro ser
Superar la culpa es algo tan sencillo como mantenernos conscientes de nuestro ser interno. Al hacerlo comprendemos mejor el papel que nos toca desempeñar en el medio en el cual nos desenvolvemos y tomamos consciencia de como influimos en nuestro entorno.
Al volvernos conscientes de cómo funcionan los mecanismos de la culpa y como hemos permitido que nos afecten mientras les permitimos hacerlo, nos damos cuenta que está a nuestro alcance superarlos, y comprendemos que hacerlo es parte de nuestro proceso de crecimiento y fortalecimiento como seres humanos. Recordemos que no podemos cambiar a las demás personas, pero si podemos cambiarnos a nosotros mismos, y al hacerlo estamos influyendo en un cambio en el medio que nos rodea. Consideremos también que no es nuestra responsabilidad cambiar a nadie más que a nosotros mismos, pero es sensato respetar las elecciones de los demás. Un factor que ayuda enormemente en este proceso de liberar la culpa es soltar, sí, al sentirse responsable por esas personas e importante por ayudarles crea un vinculo que de alguna manera les mantiene atados energéticamente a tí. Libéralos y libérate a tí mismo, mírales con compasión, entiende que intentan controlarte por medio de la culpa porque tienen miedo.
Al hacerlo les das la oportunidad de tener sus propias experiencias para crecer y también creces al dejar de necesitarles para sentirte importante. Mantente alerta, escucha sus palabras, observa sus acciones, se consciente de sus pensamientos, presta atención las sutiles formas en las cuales intentas controlar a otros por medio de la culpa, o en las que crees que otros lo hacen contigo, el espejo siempre funciona. Todo eso te permitirá estar más consciente de como interactúas con este sentimiento y te facilitará superarlo.
Simplemente por sentirnos importantes por ser lo que somos para nosotros mismos y asumir primero nuestra responsabilidad nos permite ponernos en contacto con nuestros tesoros internos y naturalmente comenzamos a compartirlos.

Fuente:coachingexitopersonal.com