lunes, 3 de diciembre de 2012

Sin citas


¿Demasiado exigente?Guapa, atractiva, lista, divertida, interesante, sensible, comprensiva, independiente… Tienes todo lo que un hombre podría desear pero no tienes ni una cita interesante. ¿De verdad es esto lo que proyectas? Una cosa es nuestro autoconcepto, es decir, cómo nos percibimos a nosotros mismos, y otra lo que le llega a los demás, cómo nos ven ellos. Y está claro que en este momento existe una distorsión entre lo que tú crees que eres y lo que de verdad proyectas. ¿Cómo saber la verdad? Primero haciendo una autocrítica lo más sincera posible y después recurriendo a tu mejor amiga o alguien en cuyo criterio confíes, para que sea sincero contigo. ¿Estás dispuesta a escucharlo? Entonces ya tienes la llave para cambiar.

Y la autocompasión… ¿haces con tus citas igual que con tus amigas, es decir, quejarte y lamentarte? Pues ahí tienes la explicación de que no vuelvan a llamarte. ¿Quién quiere estar escuchando penas en una cita? ¿Quién quiere tener delante a una persona triste, gris, que sólo habla de su pasado y de la mala suerte que tiene con los hombres? ¿O a alguien que aprovecha a su nueva “víctima” para quejarse de los plantones, lo infieles e infantiles que son? Lo sentimos, pero si ése es tu discurso con tus citas e incluso tus amigas, das pereza.

Si llevas tiempo viviendo sola, sin salir con nadie, con tu rutina de trabajo, casa y amigos, es posible que seas más estricta, dura y exigente de lo que piensas. No es que tengas que conformarte con el primero que pase, pero las manías y la falta de flexibilidad resultan poco atractivas. Si te lo estás pasando bien, sáltate los horarios y las normas, qué más da que él no vista como esperabas si te hace reír; qué más da si te acuestas un poco más tarde de lo normal o no duermes una noche… Todos queremos estar con alguien capaz de improvisar, de ceder y hacer cosas por nosotros, eso es el amor y ¡es divertido!

Si te preguntamos cómo es tu hombre ideal seguro que desearás, entre otras cosas, que sea atractivo, educado, que tenga sentido del humor, que te haga reír… Pues ellos esperan lo mismo de ti. Y, siendo sincera contigo misma, ¿eres una compañía alegre, fácil y divertida? Sabemos que no es fácil cambiar pero presentarte con una sonrisa e intentar no hablar de tus problemas será un buen principio.

Otro problema que tienen muchas mujeres es la inseguridad, lo que, unida a una habitual falta de autoestima suele dar como resultado a mujeres que parecen pedir perdón por todo y transmiten la sensación de no estar a la altura. Y si eso es lo que proyectas, eso es lo que pensarán de ti. Junto con el sentido del humor, la seguridad en uno mismo es la cualidad que más nos atrae de otra persona y nos hace verla atractiva. Así que si tienes una cita, pisa fuerte, tú no eres menos que nadie y no te están haciendo ningún favor quedando contigo. ¡Ponte guapa, mira al frente y sonríe!

Ni tú ni ninguna mujer es perfecta ni se libra de tener complejos. Sintiéndote bien en tu cuerpo proyectarás más alegría y seguridad y, sobre todo, te sentirás más sexy. Esto pasa por la aceptación (¡no seas tan dura contigo misma!) pero también por el esfuerzo. Muy pocas celebrities tienen cuerpos tan estupendos solamente gracias a la genética. Si no te gusta tu cuerpo cámbialo haciendo ejercicio y comiendo mejor. 

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