Esta es una conferencia sencilla y súper amena con anécdotas interesantes y buenos ejemplos para ayudarnos a fomentar las actitudes positivas y la comunicación entre personas.
El autor presenta las principales diferencias entre los hombres y las mujeres identificando las frases que deterioran las relaciones humanas, así como también, las cualidades que más admiran los hombres en las mujeres y viceversa. Presenta recomendaciones fundamentales para mantener la vitalidad durante las diferentes etapas de la vida.
Aunque este es un resumen de sus palabras, debo indicar que no esta necesariamente orientado a parejas en forma exclusiva. El autor ilustra lo que todos debemos entender y mejorar en nuestras relaciones cotidianas de género sin importar si tenemos o no una pareja.
Aquí están las cinco diferencias entre el hombre y la mujer, según el Dr. César Lozano:
1. La genética: Como primer punto la diferencia que existe entre hombre y mujer tiene que ver con la genética. Desde la prehistoria, nuestros antepasados, se caracterizaron por conservar esos instintos básicos que definen nuestro comportamiento como pareja o futura pareja. En cuanto al hombre, conserva esa sangre de cazador y protector mientras que la mujer, la razón del cuidado de los hijos, de dar amor y la inteligencia. Misma que expresa el autor, que una mujer inteligente es la que hace creer al hombre que él manda. A lo que en realidad el nos quiere decir es que seamos ingeniosos para que busquemos la manera de llevar esas diferencias.
2. La visión: Otra diferencia importante es que ellas tienen sus sentidos más desarrollados y por consiguiente ven diferente. La visión es mucho mas evolucionada (visión “lagarto”) por lo que ven más allá; que a diferencia del hombre, quienes no gozan de una visión periférica (de reojo) tan amplia. Luego, las mujeres tienen más conos (para ver los detalles y colores) y más bastones (visión nocturna), por eso es que los hombres nunca encuentran nada, no ven. Tienen algo enfrente y no lo ven. Además, esta otra razón por la que las mujeres ven más colores que los hombres. Para ellos: rojo, morado y punto. Para ellas: rosa, fucsia, lila, púrpura, etc. Claro que el autor lo que quiere decir es que mas que distinguir la gama de colores, la mujer ve mas allá. Tienen presente un sentimiento ya sea de amor, de esperanza, de gozo y muchas veces los hombres pasan por alto y nos cuesta un poco mas percibirlos.
Así mimos una mujer tarda más en comprar, porque es más detallista que un hombre, el hombre va al grano y ya. Las mujeres se toman su tiempo para poder elegir con mucho más nivel de detalle.
3. La audición: Por otro lado ellas escuchan más, incluso si no están presentes, escuchan lo que hablan en otro lado “como si tuviera un micrófono”. Algunas veces inclusive escuchan de más. Y claro eso se debe en gran parte a otro aspecto influyente, el centro del habla y lenguaje. En este punto no hay la menor duda de que las mujeres se expresan en todo momento a diferencia del hombre que por lo general es muy concreto en lo que dice y muchas veces ni se entienden por la forma de hablar misma.
4. El cerebro es diferente.
a) El centro del habla y el lenguaje (hombre en lado occipital izquierdo; en la mujer a los dos lados). Es por eso que la mujer puede pronunciar de 6.000-8.000 palabras al día, y el hombre sólo de 2.000-4.000. Por lo que la mujer nunca se cansa de hablar y además espera que el hombre le cuente como le fue en el trabajo con detalles, pero él solo contesta “bien”. Además la mujer puede usar de 2.000 a 3.000 sonidos para comunicarse y el hombre a lo más de 1.000 a 2.000. La mujer tiene de 8.000 a 10.000 gestos diferentes y el hombre 2.000 a 3.000. Por eso la mujer sabe lo que pasa inmediatamente en una reunión: quien con quien, quien quiere con quien, quien está peleado con quien, etc. Porque además lee los gestos. Y porque ve más y oye más que los hombres. Las mujeres tienen 20.000 maneras de comunicarse y los hombres 7.000.
b) El cerebro de la mujer relaciona más el lado derecho con el izquierdo (el del hombre no) y por eso es que ellas pueden realizar un montón de tareas simultáneamente y completarlas con éxito: ver televisión, hablar por teléfono, cocinar, regañar a los hijos, darle órdenes a la ayudante de limpia. etc. El hombre sólo es diestro realizando una a la vez. El cerebro del hombre “no hila igual”.
5. Las mujeres son más indirectas. Si quieren dar a entender que la otra persona engordó, lo que dicen es que “la ropa encogió”, o si quieren algo (un café) no lo piden directamente, sino que preguntan a la otra persona si quiere un café. Si es hacía un hombre y este no quiere, ellas no comprenden porqué él no las complace y obvio que el otro no sabe por qué se recienten si el simplemente no quiere. Sucede porque no piden las cosas en forma directa.
Conclusión
Desde mi opinión personal, esta conferencia es encantadora para quienes desean mejorar la comunicación entre personas de ambos sexos. No solo en parejas, sino en todo momento. El saber entender nuestras diferencias nos ofrece una indudable ventaja en nuestra superación personal y las relaciones interpersonales.
Es un tema fantástico en el que todas esas diferencias nos pueden unir aún mas como personas y en especial si existe un interés común. Claro que todo de la mano del respeto y ante todo debemos de aprender a conocernos a nosotros mismos y aceptarnos. De la misma manera aprender de los demás, en especial si compartiremos como pareja, sabiendo deslumbrar las cualidades que admira un hombre y una mujer, como lo son la prudencia, la inteligencia, el manejo de la ira y el buen sentido del humor.
En muchos casos la convivencia en pareja no es tan sencilla cuando no se sabe llevar y es necesario hablar a menudo de los sentimientos y deseos, así como respetar las ideologías y gustos del otro.
Quizás lo más interesante es que seamos distintos en tantas formas, y nos queda el reto de vivir el tren de la vida aceptando y comprendiendo a nuestros seres queridos quienes suben y bajan en el trayecto. Pero no nos dejemos influenciar solo por las diferencias, pues además existe el amor entre las personas y merecemos amar y ser amados, lo cual sería mucho más sencillo si sembramos estos valores desde el hogar para acompañarlos de armonía, mientras disfrutamos cada día, ya que tarde o temprano nos tocara a nosotros bajar de ese vagón del tren de la vida.
Fuente
