1. CaracterÃsticas de las crisis de angustia
Aunque lo más frecuente es que duren poco tiempo, en algunos casos persisten durante horas, experimentando quien la sufre una sensación de peligro tan intensa que acude al médico con el temor de padecer alguna dolencia cardiaca, ya que se producen fuertes sacudidas del corazón y dolor precordial. Consideran que estos sÃntomas deben de ser la causa de alguna enfermedad grave.
Pueden presentarse de forma aislada o conjuntamente con otro tipo de trastornos: ansiedad, fobias, ataques de pánico, adicciones, etc. En estos casos son las crisis de angustia caracterÃsticas de los trastornos fóbicos. Cuando no tienen relación con ningún estÃmulo externo y aparece de forma inesperada podemos decir que se sufre de trastorno de angustia.
2. Causas que las producen
La causa principal es el temor a la falta de control de todo lo que les rodea. Necesitan tener su vida bajo control y, ante problemas o situaciones imprevistas, surgen estas crisis. Piensan permanentemente en las consecuencias que se pueden derivar de sus actos o decisiones, dándole continuamente vueltas y cambiando tanto de opinión antes actuar, que es casi inevitable que lleguen a caer en una situación de angustia.
Hemos de señalar que ante igualdad de circunstancias y ante situaciones similares, la forma de reaccionar de cada persona varÃa de unos a otros. Cada uno responde de forma diferente, la reacción depende más de la personalidad de cada uno que de las circunstancias que la puedan generar. Mientras unos pueden llegar a sufrir una crisis de angustia, otros se mantienen indiferentes.
Es importante determinar la causa de la ansiedad en quien lo sufre, saber a qué hora del dÃa se siente más ansioso, qué la provoca, si reconoce los sÃntomas con rapidez y qué hace para superarla. De esta forma es más fácil tratar este trastorno.
3. ¿Qué podemos hacer?
- No debemos dejarnos llevar por la angustia. Al observar las primeras señales o sÃntomas del inicio de una crisis, debemos actuar cortando el pensamiento que puede producirla y conducirnos hacia otro tipo de pensamientos para variar de esta forma la respuesta emocional. Para lograrlo, es necesario mantenernos tranquilos y seguros.
- En el caso de no lograr la suficiente serenidad cuando se presenta la crisis, se recomienda aprender técnicas de relajación y respiración, practicando ejercicios que permita autocontrolarnos en el momento de la crisis de angustia.
4. Tratamiento
En los casos en que se administran medicamentos, se recomienda la combinación de psicoterapia junto con los ansiolÃticos o antidepresivos. El tratamiento no debe abandonarse aunque se noten sÃntomas de mejorÃa. Debe ser el médico quien indique si el tratamiento debe o no ser interrumpido.
La psicoterapia está basada en aspectos cognitivos-conductuales. La terapia cognitiva consiste en enseñar al paciente a cambiar o modificar los pensamientos que le originan la angustia. La terapia conductual consiste en poner en práctica los cambios de pensamientos conseguidos en la terapia cognitiva. Ambas se complementan.
El problema que se produce en torno a los tratamientos de las crisis de ansiedad es que, al ser una patologÃa poco conocida y poco comprendida, con frecuencia es mal tratada.
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