lunes, 25 de junio de 2012

El triángulo amoroso es un juego peligroso

A medida que la interacción entre dos personas se desarrolla, una de los dos se sentirá insatisfecha por algún aspecto de la conducta de su pareja. El buscar estas satisfacciones fuera de la relación es lo que permite y desencadena la posibilidad del triángulo amoroso. El triángulo amoroso se inicia al azar, sin intención de permanencia. Ocurre cuando se desea satisfacer una necesidad que la pareja no llena, independientemente del amor que se tengan; es más, a menudo no se trata tanto de buscar amor, sino es algo más "morboso".


El triángulo amoroso busca un complemento más en su relaciones

Una vez que se inicia la relación con la tercera persona, los poderosos sentimientos ambivalentes que se desarrollan mantienen el triángulo. El que inicia un triángulo amoroso, cuando está con uno de los miembros, piensa en el otro y viceversa. Por eso siempre sufre. Nunca está satisfecho, lo que ocurre es que éstas otras dos personas son complementarias. Solas no le satisfacen plenamente. El alternar entre las dos personas ocurre como una necesidad, pues convierte a esas dos personas en complementarias. No quiere perder a ninguna de las dos. El que inicia el triángulo generalmente nunca está totalmente conforme con ninguna de las otros dos miembros del mismo.
 
En el triángulo amoroso, las dos personas complementarias siempre tienen la esperanza de ser las “triunfadoras”. Esa esperanza es la que mantiene el triángulo. Cuanto mayor duración del triángulo, mayor será el sufrimiento para todos los que están envueltos. Sin embargo, las promesas rara vez se cumplen por mucho tiempo en las relaciones amorosas. Solamente sirven para postergar la ruptura.
 

Síntoma de que algo no funciona

La manera de evitar la posibilidad de un triángulo amoroso es no iniciando una nueva relación antes de terminar la actual y de concluir con el período de duelo emocional. Por tradición, la mujer rara vez inicia el triángulo amoroso, pero tiende a mantenerlo una vez que se inicia. La persona que inicia un triángulo generalmente termina perdiendo a las dos otras personas.
 
Las razones que llevan a una aventura son tantas como estrellas hay en el cielo, miles de factores pueden desencadenarla: estrés, búsqueda de comprensión, soltar la tensión que está muy alta en la pareja, etcétera. Una aventura extramatrimonial es un síntoma, un esfuerzo, por salir de la ansiedad e incomodidad generada por los problemas no resueltos entre la pareja.