jueves, 15 de septiembre de 2011

TIPOS DE PERSONALIDAD PARTE I

ANTISOCIAL

Más allá del mal. La principal característica de este tipo de conducta es, ante todo, la violación de las normas, primero en el hogar y en la escuela, para posteriormente reflejarse en otras áreas de la convivencia social. Uno de los rasgos típicos de estas personas es actuar por las apetencias en el momento presente sin tener en cuenta las consecuencias, la ausencia de conciencia y de sentido de la responsabilidad, además de pobreza sentimental.
En su desarrollo influyen factores ambientales y genéticos, así como privación afectiva.
Causas, incidencia y factores de riesgo: La causa de este trastorno es desconocida, pero algunos factores genéticos o biológicos pueden jugar un papel importante. La incidencia de la personalidad antisocial es más alta en las personas que tienen un padre biológico antisocial. Aunque el diagnóstico se limita a personas mayores de 18 años, siempre existen antecedentes de comportamiento antisocial antes de la edad de 15 años, como mentiras repetitivas, vagancia, delincuencia y abuso de drogas.
En la edad adulta, se presentan rasgos de conducta ilícita como irresponsabilidad en el trabajo y en la familia, conducta personal temeraria, promiscuidad, imposibilidad de sostener relaciones duraderas, conducta agresiva y ausencia de ansiedad o emoción en situaciones que lo justifiquen. Además, estas personas desarrollan y utilizan hábilmente el encanto y el talento superficiales para sus propios fines. Este trastorno tiende a presentarse con más frecuencia en los hombres y en personas cuyo modelo predominante tenía características antisociales.
Tratamiento: El tratamiento efectivo del comportamiento y la personalidad antisocial es limitado, pero es de gran ayuda participar en una psicoterapia de grupo. Si la persona logra desarrollar un sentido de confianza, la psicoterapia individual o la terapia cognoscitiva del comportamiento pueden ser benéficas. Expectativas (pronóstico): El resultado es generalmente deficiente.
Complicaciones:
  • encarcelamiento frecuente por comportamiento ilícito
  • alcoholismo
  • abuso de drogas
Situaciones que requieren asistencia médica: Se debe buscar asistencia médica o de un profesional en salud mental, si la persona presenta síntomas del trastorno de personalidad antisocial, o si el niño presenta comportamientos que indican el riesgo de desarrollar este trastorno.

DEPENDIENTE

!Quiéreme mucho!. El problema de las personas que sufren este tipo de trastorno de la personalidad, es que necesitan continuamente la aprobación de los demás para llevar a cabo cualquiera de sus proyectos. Tienen una necesidad excesiva de que se ocupen de ellos, lo que suele generar un comportamiento de sumisión y adhesión porque temen separarse demasiado del ambiente en que se encuentran protegidos. Son inseguros y aceptan depender de los demás y que éstos (cónyuge, familia, amigos, etc.), tomen todas las decisiones importantes, en suma, que les manejen la vida. Esta dependencia hace que no se atrevan a mostrar opiniones contrarias ante los demás, por miedo a que eso suponga un problema.
Causas, incidencia y factores de riesgo: La causa de este trastorno es desconocida. No parece haber factores biológicos. El trastorno suele aparecer al principio o a mediados de la edad adulta. Las personas que sufren de este trastorno no confían en su propia capacidad para tomar decisiones y creen que las ideas de los demás son mejores. Pueden sentirse desoladas por la separación o la pérdida de un ser querido y pueden estar dispuestos a cualquier cosa, incluso sufrir abusos, con tal de mantener la relación.
Tratamiento: No hay un tratamiento específico para este trastorno. La psicoterapia puede ayudar a las personas a que gradualmente tomen decisiones que afectan sus propias vidas.
Expectativas (pronóstico): Las mejorías suelen verse sólo con terapias o tratamientos a largo plazo.
Complicaciones:
  • puede sufrir de depresión
  • puede haber abuso de alcohol o drogas
Situaciones que requieren asistencia médica: Se debe consultar a un médico si la persona cree tener síntomas de un trastorno de personalidad dependiente. Se debe buscar asistencia médica si la persona no puede tomar decisiones por sí misma, si decide permanecer en una relación abusiva por su miedo a estar sola o si hay consumo de drogas o de alcohol para evitar las responsabilidades y la toma de decisiones.


ESQUIZOIDE

Solitarios empedernidos. Contemplar un autorretrato de Van Gogh es una buena forma de contemplar el rostro de una personalidad típicamente esquizoide. Este tipo de personas poseen un carácter frío y distante sentimentalmente. Cuentan con pocas amistades, generalmente, familiares muy cercanos. Algunos tienen una sensación de "fuerza interna", de clarividencia, que los lleva a actuar como mediums, adivinos o futurólogos. Asimismo, se decantan por actividades o trabajos que no impliquen el contacto con otras personas.
Causas, incidencia y factores de riesgo: Las personas con trastornos de personalidad tipo esquizoide no sufren de esquizofrenia y están conscientes de la realidad, pero no son capaces de relacionarse con otras personas y tienden a recluirse, pueden no casarse o vivir con sus padres (aún siendo adultos). El trastorno por lo general se inicia a principios de la edad adulta.
Tratamiento: Las personas con este trastorno rara vez buscan tratamiento, el cuál es difícil dada la resistencia a cualquier tipo de relación con un profesional de la salud.
Expectativas (pronóstico): Las personas con este trastorno tienden a ser capaces de funcionar en su vida diaria, pero no desarrollan relaciones significativas con los demás.
Complicaciones: La ausencia de interacción social es la más importante.
Situaciones que requieren asistencia médica: Debe acudirse al médico si se requiere ser referido a un profesional de la salud mental.



HISTRIÓNICO

Una máscara de por vida. En perpetuo estado de histeria. Así puede resumirse el carácter de un histriónico. Su patrón de comportamiento se caracteriza por poseer una emotividad excesiva y por demandar continuamente la atención de los demás. Cuando no lo consiguen, se sienten incómodos y despreciados. Esta actitud provoca un exacerbado narcisismo que se traduce en un obsesivo cuidado por su apariencia y una desmesurada ausencia de rigurosidad a la hora de evaluar las acciones de los que les rodean. Hacen amistades fácilmente, pero se convierten en posesivos y exigentes.

Causas, incidencia y factores de riesgo: La causa de este trastorno es todavía desconocida. Sin embargo, se ha determinado que los rasgos aprendidos y heredados pueden jugar algún papel en su aparición. Se presenta con mayor frecuencia en mujeres que en hombres y quienes lo padecen generalmente están en la capacidad de funcionar en un alto nivel y son exitosos tanto social como laboralmente. Es posible que acudan en búsqueda de tratamiento para la depresión cuando sus relaciones románticas finalizan.

Además aquellos que sufren de este trastorno no son capaces de entender su propia situación, dado que olvidan o reprimen con facilidad sus experiencias desagradables y generalmente culpan a otras personas de sus fracasos o decepciones.

Tratamiento: La terapia se centra en el tratamiento de la depresión causada por la disolución de relaciones sentimentales. Los antidepresivos, generalmente generan una buena respuesta y la psicoterapia ayuda a tratar la enfermedad subyacente.

Expectativas (pronóstico): Esta enfermedad generalmente no afecta la capacidad funcional del paciente.

Complicaciones: Puede afectar las relaciones sociales o sentimentales del paciente.
Situaciones que requieren asistencia médica: Si se presentan síntomas sugestivos de este trastorno, especialmente si comienza a afectar las relaciones interpersonales.

 



 Fuente: portalcantabria